lunes, 11 de abril de 2016

El Chullo (2.612 m , Almería) La Maroma (2.069 m , Málaga) La Tiñosa (1. 568, Córdoba)

21/03/2016 El Chullo
Aprovechando las vacaciones de Semana Santa, conseguimos que todos los astros confluyeran adecuadamente y que nuestras agendas coincidieran para lograr llevar a cabo una escapada familiar. Así que pusimos rumbo al Cabo de Gata con la idea de parar previamente el el Puerto de La Ragua y subir al punto más alto de Almería: El Chullo. A todos nos suena esta cálida y luminosa tierra por sus invernaderos llenos de tomates y sus playas, que te invitan a disfrutar del aire libre todo el año y a buscar la sombra en verano...Estando casi a finales de marzo y sin una previsión muy clara de posibles precipitaciones, nuestra sorpresa se chocó contra esta fotografía idealizada de Almería cuando, subiendo el Puerto de La Ragua, nos empezó a nevar...Seguimos carretera adelante con la furgoneta, ya que nosotros somos gente de Sierra y nieve pero oye...que la cosa no paraba...y como no llevábamos cadenas decidimos darnos la vuelta y descender unos kilómetros mientras veíamos cómo evolucionaba el tiempo y consensuabamos qué ibamos a hacer.
Estaba claro que no nos enfrentábamos a un ocho mil...pero no es lo mismo una montaña en verano que en invierno o con mal tiempo. Como dicen los montañeros, lo importante no es hacer cima, si no volver de ella y, en nuestro caso, disfrutar en familia de la experiencia. El Chullo no se iba a mover de ahí y nosotros teníamos la posibilidad de playear por el Cabo de Gata y volver cuando parase de nevar y el tiempo mejorase...Así que pusimos rumbo al mar...




Allí hicimos un poco la cabra ...


Y desenfundamos nuestras acuarelas 


24/03 2016 Y tres días después pusimos rumbo al Puerto de la Ragua y el Chullo. El día amaneció con un sol espléndido y un bonito un paisaje nevado. Eso nos confirmó que una retirada a tiempo no es una derrota, es una nueva oportunidad...


En el mismo Puerto de la Ragua (A 337) hay un amplio aparcamiento y una edificación de madera que hace las veces de refugio y bar



Hay que subir hacia el Este para alcanzar el collado contiguo. En principio no sé si habrá hitos, porque al estar cubierto de nieve no los vimos. Aún así el camino es sencillo si se localiza previamente en un mapa.


Luego hay que subir en dirección SE por la ancha cresta que conduce hasta el Chullo.




Cuando nos encontramos una antigua cabaña ya se vislumbra el vértice geodésico del Chullo, cuya cumbre alcanzaremos poco después. Esta subida puede durar una hora y media.





Tras la ascensión dejamos a la "juventú" en Granada para que se volvieran en bus a la "city" y nosotros nos encaminamos hacia nuestro siguiente objetivo: La Maroma, en Málaga. Pasamos la noche en un pueblo que nos pillaba de camino y que, además, tiene parking de autocaravanas: Alhama de Granada.Este pueblo nos sorprendió por la belleza de su casco urbano, por los cañones o "tajos" que forma el río Alhama a sus pies y por una curiosa historia que conocimos allí:
Vivía en Alhama de Granada Elena Céspedes, allá por el siglo XVI. Lo relevante de este personaje no es sólo que fuera una importante cirujana, si no que tuvo una azarosa vida como transexual, ya que por aquella época esta condición le trajo numerosos problemas  con la inquisición. Realmente se sentía  Eleno más que Elena. Miguel de Cervantes, al visitar Alhama en 1594 se enteró de su azarosa vida y le inspiró para crear el personaje de Zenotia "la bruja" en su obra "Los trabajos de Persiles y Sigismunda".

25/03/2016 Salimos de Alhama de Granada en busca de Canillas de Aceituno, un pueblo en la comarca de la Axarquía, en la parte más oriental de la provincia de Málaga, colgado en las faldas de Sierra Tejeda. Para ello bajamos por la A 402 en dirección Vélez-Málaga y nos metimos en un laberinto de carreteritas entre cultivos y montañas que arrancan bruscamente casi desde el nivel del mar. Gracias a la amabilidad de los malagueños llegamos, no sabemos muy bien cómo, hasta Canillas de Aceituno. Esta curiosa comarca, siendo zona de paso entre la costa y el interior de Andalucía, esconde pintorescas leyendas conservadas por tradición oral que se magnifican con su abrupto paisaje, dando lugar a historias de pasadizos secretos y trasiego de tesoros protagonizados por innumerables bandoleros.


Lo primero que nos pareció mentira es que, con las vueltas que dimos para llegar a Canillas de Aceituno, nos encontráramos con un bonito pueblo blanco de más de 2000 habitantes. Su curioso nombre viene del latín Cann-illae (zona de cañaverales) y del árabe azeytuni ( que aunque podamos pensar en la palabra aceituna realmente significa seda tejida y teñida). Esto se debe a que la producción y comercio de la seda fue la principal actividad de los musulmanes en la zona. De esta etapa andalusí también surgen el aprovechamiento de los arroyos y la agricultura a base de bancales adaptados a las marcadas pendientes, donde extendieron el cultivo de hortalizas y frutales, principalmente viñedos.
En el siglo XIX, tras la plaga de filoxera en las vides, tienen que buscar otros recursos y se comienza con el comercio de la nieve y de la madera de tejo, el cual debía ser bastante abundante ya que da nombre a esta sierra. En 1936 finaliza este comercio con la guerra civil y Canillas de Aceituno queda dentro de la zona republicana. En años posteriores Sierra Tejeda será protagonista de la vida y escarceos de numerosos "maquis".


La ruta a la Maroma está señalizada con hitos y algunas balizas así que no tiene pérdida. Además el Parque Natural de Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama tiene colgada en la web de la Junta de Andalucía el folleto y las explicaciones como "sendero señalizado Canillas de Aceituno-casa de la nieve".
Hay que subir a la parte alta del pueblo y seguir un cartel que pone La Rábita, entre dos cuadras. Si te pierdes, con que preguntes a cualquiera del pueblo, no hay muchos más caminos a la Maroma. Enseguida veremos, al inicio del monte, un cartel con el mapa de la senda. Ascenderemos por un pinar bastante claro hasta que llegamos, tras aproximadamente 45 minutos o 1 hora, a la fuente de la Rábita. En nuestro caso, nos encontramos la fuente seca. Es aconsejable aprovisionarse de agua en el pueblo ya que no hay más fuentes a lo largo del camino y nosotros tardamos unas 7 horas. Al lado de la fuente hay un área de recuperación de anfibios y una cueva que parece era una mina. Cuentan que en esta cueva de la Rábita hay enterrados tres santos árabes, llamados "Morabitos" y era un sitio de peregrinaje. Actualmente todavía se ven grupos de musulmanes de la Axarquía que siguen el rito Sufie subir a la cueva a rezar.
A partir de aquí abandonamos esta zona algo más fresca y seguimos ascendiendo.


Nos parece curioso que este largo, y ya caluroso camino en el mes de marzo, fuera la ruta habitual de los neveros, que subían a las inmediaciones de la Maroma a recoger la nieve que almacenaban en los pozos que hay cerca de la cumbre.


Ahí al fondo ya podemos ver la Maroma. Nos cuesta imaginar que este camino tuviera tanto trasiego de gente como cuentan, pero parece ser que también venían a recoger esparto, leña y a pastorear. Como veis los árboles ya no abundan a lo largo del recorrido, suponemos que por la sobrexplotación, además de que se veían los restos de un incendio.


Y seguimos subiendo y subiendo y subiendo...son 9 km de ida ( y otros tantos de vuelta, claro) Pero sobre todo es que subes desde los 646 metros que está Canillas de Aceituno hasta los 2.069 de la Maroma..



Arriba nos encontramos bastantes caballos dispuestos a comerse nuestra merienda, porque la verdad es que por ahí lo que no se veía era mucha hierba...
Mirando hacia el extremo más oriental había un punto que parecía más alto y, ante la duda, como estaba a cinco minutillos andando, para allá que nos fuimos.


El descenso lo hicimos por el mismo camino y al llegar a Canillas de Aceituno, tras 7 horas de marcha, nos tomamos la cerveza más grande que encontramos...

26/03/2016 Nos ponemos dirección a Priego de Córdoba hasta el pueblo de las Lagunillas para hacer nuestra última ascensión a La Tiñosa, en el Parque Natural de la Sierra Subbética.  Al final del pueblo hay que buscar una pista a la derecha que te lleva hacia el cortijo Petronilo, que actualmente vimos que es un alojamiento rural. Lo pasamos de largo hasta que llegamos al Cortijo Alto de Torres, donde aparcamos.


Nada más pasar el cortijo hay un camino ancho que cruza una valla y se convierte en una senda que llega hasta un abrevadero. Si miramos hacia el NE se ve el Puerto Mañina, que es hacia donde nos tenemos que dirigir. Podemos subir de frente siguiendo un camino que va remontando el lecho de un río, que me da la impresión que está habitualmente seco. El trazado está marcado con algunos hitos.


El sendero toma rumbo hacia el Este acercándonos al pico anterior a la Tiñosa, que se conoce como el Morrión. En este tramo hay zonas con una pendiente curiosa, así que poco a poco vamos ganando altura.


El paisaje, como no podía ser de otra manera en Córdoba, son innumerables colinas repletas de olivos. El olivo es uno de los cultivos más antiguos, dicen que en la Biblia se pueden encontrar más de 300 citas referentes al olivar. También existe la leyenda de que la ciudad griega de Atenas se llama así porque la diosa Atenea les ofreció a sus habitantes los primeros olivos. De estos árboles obtuvieron madera para calentarse y aceite para alimentarse e iluminarse por lo que, en honor a esta Diosa le dieron el nombre a su ciudad. Y estos tres usos del olivo ha hecho que sea un árbol tan versátil e importante en el mundo rural.  
Los árabes, en su estancia en la Península mejoraron notablemente el cultivo del olivar con nuevas variedades, optimizando el regadío...Hoy en día todavía persisten muchas palabras como almazara o alperchín que tiene un origen claramente árabe.


Merece la pena desviarse unos metros para visitar esta cueva, zona de refugio y dormitorio de rebaños de cabras.


Al llegar a la cumbre el paisaje nos sigue regalando un eterno olivar. Antes de bajar nos comemos el almuerzo recordando el refrán "la mejor cocinera, una buena aceitera".


Al lado del vértice geodésico hay un buzón con innumerables mensajes y recuerdos. Nosotros también dejamos el nuestro.


Y nos ponemos de vuelta..es un camino sencillo de seguir con los hitos y que en unas tres horas en total te has hecho...así que...¡uno más para la mochila! 

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