domingo, 8 de enero de 2017

Cuchillejos ( 933 m, Valladolid)

12/11/2016  Última parada: Castrillo de Duero
Esta aventura la empecé el día de mi cumpleaños, el 17 de enero, y 10 meses después arribo en tierras vallisoletanas para llegar al final. Este último reto es un agradable paseo desde el pueblo de Castrillo de Duero a lo alto del páramo, donde encontraremos en medio de un campo de labor,  el vértice geodésico de Cuchillejos, a 933 metros, punto más alto de Valladolid.



Pero vayas donde vayas siempre encontrarás algo de lo que sorprenderte o aprender. Y este sencillo pueblo, rodeado de un paisaje que no se viste de bosques espectaculares ni altas montañas, guarda la historia de este curioso guerrillero, Juan Martín Díaz "El Empecinado". Hijo de un labrador de Castrillo de Duero, hizo carrera militar luchando contra los franceses. Pero consciente de lo difícil que era derrotar al ejército de Napoléon en campo abierto, organizó partidas de guerrilleros que hicieron la vida imposible a los soldados franceses, ya que era un buen conocedor del territorio. Llegó a organizar hasta 10.000 hombres, no sólo en Valladolid, si no también en las provincias de Burgos, Segovia, Guadalajara y Cuenca. Escurridizo y difícil de capturar, el Empecinado se convirtió en un héroe de leyenda en la imaginación del pueblo que sufría la ocupación francesa.


Y aquí está el equipo que me acompañó en esta última subida, variopinto y especial. Gracias compis. A todos los que habéis compartido conmigo esta aventura tan especial. A los que me habéis acompañado con vuestra presencia o vuestro apoyo en este capítulo de mi vida. Y con todos vosotros, que habéis formado parte del proceso, comparto esta frase de la aviadora norteamericana y gran mujer Amelia Earhart:
" Lo más difícil es tomar la decisión de hacer algo, el resto es sencillamente perseverar. Los miedos son tigres de papel. Podemos hacer todo lo que hayamos decidido hacer, y el cómo lo hagamos, el proceso mismo, es la recompensa"


Desde las afueras del pueblo, tras preguntar a los paisanos y que nos contaran diversas posibilidades, ascendimos a lo alto del páramo por un "por aquí mismo" que nos llevó de forma directa a lo más "alto"


Llegados al páramo no queda más que seguir el camino, entre barbechos de cereal y alguna plantación de lavandas, hasta que distingamos en el horizonte el solitario vértice geodésico del "pico" Cuchillejos, junto a un montón de piedras, en medio de una tierra de labor.



Y aquí llegamos al final de nuestro viaje¡
Más de 20.000 km recorridos con la furgoneta, 50 destinos en 18 semanas, 40 acompañantes humanos y uno perruno...




Un buen motivo para brindar hasta la próxima aventura y la inauguración de la exposición con las 50 acuarelas de los 50 paisajes más altos de este trocito de tierra que habitamos, prevista para diciembre  de este año
Y ya sólo me queda animaros a que viajéis. Viajar es mucho más que hacer turismo, es un aprendizaje constante. No hay peros que valgan: ni la falta de tiempo, ni la falta de dinero, ni las obligaciones que nos autoimponemos de cualquier tipo...Es cuestión de quererlo e idear cómo. Si la imaginación no conoce de fronteras, nuestra realidad tampoco debería permanecer entre barrotes.


“Nómada fui cuando de pequeña soñaba contemplando las carreteras; nómada seguiré siendo toda mi vida, enamorada de los cambiantes horizontes, de las lejanías aún inexploradas, porque todo viaje, incluso en las regiones más frecuentadas y más conocidas, es una exploración”. Isabelle Eberhardt.





viernes, 6 de enero de 2017

La Atalaya ( Albacete, 2.083 m) Revolcadores (Murcia, 2014 m) y Aitana (Alicante, 1.558 m)

4/ 11/ 2016: Viaje a ninguna parte

Para coronar el punto más alto de Albacete hay que llegar hasta una pequeña aldea conocida como Fuente de la Carrasca, al pie de la Sierra de la Cabras. Desde Caravaca de la Cruz en dirección a Huéscar, a la altura de El Entredicho, tomamos la desviación a la derecha hacia Cañada de la Cruz. Una vez en este pueblo salimos hacia la izquierda, en dirección oeste, por un camino rural asfaltado y, poco después, tras una curva pronunciada, tomamos el primer desvío a la derecha. A partir de aquí, en unos 12 kilómetros habremos llegado a Fuente de la Carrasca.


Este pueblo, poco habitado y perdido del mundo, agradece las escasas visitas con una conversación amable, que nos ayuda a averiguar por dónde iniciar la subida a la Sierra de la Cabras. Los vecinos nos cuentan que se sienten como de todos y a la vez de nadie, ya que pertenecen a Albacete, andan próximos a Murcia, Granada y Jaén, pero aislados un poco del mundo.


Después de comer un bocata,  comenzamos a andar al lado de la fuente, en dirección Norte, por el Barranco de la Carrasca, remontando el cauce pedregoso del río, totalmente seco en esta época del año. No hay un camino muy definido, como ya nos ha pasado en otras ocasiones al subir a zonas que no son típicamente montañeras. Esto es puro campo, zona agreste de ganados y cabra montés, que se la puede ver trepando riscos y es la que ha dado el nombre a la Sierra.


El paisaje, una vez más, nos sorprende gratamente. Esta ascensión, sin trazado fijo, un poco a la deriva, nos hace disfrutar del andar errante y plantearnos, una vez superado este reto, regresar al arte de caminar sin rumbo. Arte, éste, nada fácil, ya que la forma de vida que llevamos actualmente, llena de actividad, horarios, planificaciones, necesidad de resultados y otras rutinas, dejan poco espacio para este devenir.


El caminar sin rumbo también le añade salsa al asunto y un toque de aventura, ya que te puedes encontrar con zonas más verticales que te hagan echar manos a la piedra.


Pero una vez superado el desnivel frontal, la parte de arriba es una planicie donde enseguida se ve recortada en el horizonte la acumulación de piedras que forman lo que se conoce como La Atalaya y que, actualmente, parece ser el punto más alto de Albacete con 2083 metros.


Pero como antes se pensaba que el punto más alto era el vértice geodésico de Las Cabras, con 2080 metros, nos acercamos también hasta ahí. Realmente esta circunstancia nos la hemos encontrado en otras provincias cuando los puntos más altos forman parte de amplias zonas de cumbre más o menos planas, donde la confusión de topónimos y alturas suele ser habitual.



Abandonamos la Sierra de Las Cabras bajando por el contrafuerte que hay más hacia el Este, por un camino con algunos hitos, mucho más sencillo de andar y menos pedregoso. El sendero llega hasta una cueva con vallado de piedra que hace las veces de refugio de ganado y de ahí enseguida alcanzas la fuente y la aldea. Nos retiramos a buscar un sitio dónde dormir con la furgo, disfrutando la dulce sensación que te da el largo caminar y que Fréderic Gros, un filósofo francés casi coetáneo mio, describe muy bien con una frase: "la sedimentación de la presencia del paisaje en el cuerpo"


5/11/2016 Seguimos con los dobletes: Revolcadores y Los Obispos

Al día siguiente partimos hacia Revolcadores, cuyo inicio se haya bastante cerca del de la Atalaya, de hecho hay mucha gente que se hace las dos cumbres en un mismo día. Partiendo nuevamente de Cañada de la Cruz, pasamos de largo el desvío a la izquierda que nos llevaba a Fuente Carrascosa y seguimos por el camino rural unos 8 km hasta Puerto Alto. Aparcamos cuando el asfalto se convierte en pista de tierra, retrocedemos unos metros y buscamos un camino que asciende en dirección Este hacia la Sierra y que, en su día, contaba con una flecha que indicaba un P.R., de la que ya sólo queda la base.


Nuevamente nos tendremos que desviar a la derecha, por un sendero marcado con hitos, que asciende sin pérdida atravesando el bosque de pinos.



A medida que subimos vemos que, al igual que en Albacete, la cumbre de Revolcadores es una extensa meseta, en la que el paisaje kárstico nos muestra un caos de calizas sobre las que sobreviven a duras penas pinos y matorral espinoso.


Al llegar a lo alto, en la planicie apreciamos dos prominencias separadas por una suave depresión, que suponemos que son las dos cumbres que se disputan el título de punto más alto de Murcia, dos subcimas de Revolcadores con confusiones de toponimia. De hecho, en el cartel de la Región de Murcia, nombran como punto más alto a este Pico de Los Obispos con 2014 metros y a su lado encontramos el Revolcadores con 1999m





6/11/2016  Camino de Aitana, cada vez más cerca de la meta...

A pesar de que en el resto de España estaba lloviendo, nosotros amanecimos en Villajoyosa, al lado de Benidorm, con un sol espléndido. La verdad que estas zonas, que en verano tienen que ser un horror de calor y de gente, en invierno tienen su encanto.


Desde la playa se aprecian, a lo lejos, las bolas de los radares de la cima del Aitana, pertenecientes a la Estación de Vigilancia Aérea del Ejército, así que, como en el caso del Puig Major, en Baleares, nos volvemos a topar con una cima secuestrada y rodeada de vallas. A pesar de ello, nos ponemos en camino, a ver qué encontramos.


Saliendo de Benidorm por la CV 70 hay que llegar hasta Benifato y, al principio del pueblo, vemos a mano derecha una casa que se llama la Foya, por donde tendremos que desviarnos hasta que lleguemos al área recreativa de la Fuente de Partagás, unos 4,5 km más adelante.



Estas Sierras nos sorprenden gratamente, igual que cuando estuvimos en la Sierra de la Tramontana, ya que son grandes desconocidas y albergan una belleza especial, caliza y pedregosa, seca pero rezumante de fuentes, como la Font de Partagat, desde donde partimos o la Font del Nouet, por la que pasamos junto a su balsa.





A través de las fuentes, devuelve la Sierra de Aitana las nieves que recibe en invierno, aunque cueste creerlo por lo soleado y cálido del día que nos acompaña. También encontramos mudos testigos de su pasado nival, en forma de pozos de nieve.


El camino es sencillo de seguir porque está señalizado como PRCV21 y nos lleva hasta un área conocida como senda botánica, cuyos carteles, como ocurre en muchas ocasiones, no han sido capaces de soportar las inclemencias del tiempo ni las barrabasadas de los paseantes y tampoco han sobrevivido al olvido de las administraciones....


Un poco más adelante atravesamos por el divertido Paso de la Rabosa, llegando a lo alto de la Sierra por una estrecha grieta.



Descendemos por un valle y al llegar a un cruce con postes y señales, si giras a la derecha, el sendero te asciende  por la ladera  del Aitana oriental y en seguida se llega a la Estación de Vigilancia Aérea, dentro de la cual está el vértice geodésico. Pero como no están las cosas para ponerse a saltar vallas e invadir terreno militar, nos conformamos con aproximarnos a la verja.



En este penúltimo pico disfrutamos de las vistas, que son espectaculares, llegando a ver el mar. En las inmediaciones hay un curioso encinar, con aspecto de coscojar, ya que los arbolillos son pequeños y tortuosos. Y con la mochila llena de sol y de ilusión por la cercanía a cumplir el reto de los 50 puntos más altos de las 50 provincias de España en menos de 50 semanas, nos ponemos de vuelta a casa.