Esta idea nace de la unión de
varias cosas que me gustan:
Por un lado, viajar, que es como
asomarse a distintas ventanas. Cuando regresas parece que nada ha cambiado,
todo está en su sitio, pero tú ves las cosas de otra manera porque a lo largo
de tu viaje has coleccionado colores, olores, sensaciones, paisajes ...Sin
ánimo de parecer una "abuela cebolleta" os diré que hace más de 30
años que comencé a viajar y espero poder estar otra buena parte de mi vida
haciéndolo. He recorrido España y otras partes del mundo, con amigos, con mi
principal compañero de viaje que más tarde se convirtió en el padre de mis
hijos, con mis hijos...Hemos coleccionado aventuras, buenos momentos, grandes
retos, algunos cabreos...pero sobre todo vivencias, recuerdos y aprendizajes.
Para los viajeros, lo más bonito de ir a un país que no conoces es, primero,
soñarlo, mientras lo preparas y planificas y luego, la intriga de lo
desconocido, el no saber exactamente qué o a quién te vas a encontrar. Como
decía Machado, caminante no hay camino, se hace camino al andar...y viajar es
una forma de vivir experiencias y de aprender, que me encanta y que he tenido
la suerte de haber compartido con gente que quiero.
Por otro lado, siempre me ha
gustado pintar. He podido dedicarle más tiempo o menos dependiendo del momento
vital en el que me encontrase. Pero, al igual que viajar, es otro tipo de
aventura que me ha permitido conocer gente , aprender y hacer amigos. Además,
una de las cosas que me gusta de la pintura es que todo puede estar permitido,
como diría una de mis pintoras favoritas:
"....es la mágica sorpresa de encontrar un león dentro de un
armario donde se está seguro de encontrar camisas."
En los últimos años, he viajado
muchas veces a sitios lejanos y este 2016 me apetecía redescubrir lo cercano,
darme una última lección de geografía nacional para refrescar mi memoria y
plasmar esos rincones a través de la acuarela.
Y luego está lo de los puntos más
altos, que aunque no siempre son grandes montañas, siempre nos llevarán a descubrir
sitios que de otra forma igual nunca pensaríamos ir. A mí siempre me ha gustado
caminar por la montaña.Es algo especial. Es una aventura como la de viajar,
pero en muchas ocasiones más interior. Nuevamente aprendes y haces amigos. Y como además en el 2016 voy a pasar la barrera de los 50, me gustaría terminar
con este pensamiento de Ingmar Bergman:
“Envejecer es como escalar una gran montaña: mientras se sube las fuerzas
disminuyen, pero la mirada es más libre, la vista más amplia y serena.”
Así que estáis todos invitados a
compartir conmigo este viaje , el que conozca mi capacidad de orientación sabe
que tiene la aventura asegurada, pero tranquilos, porque el que conozca mi
capacidad de improvisación sabe que casi seguro sobreviviremos y nos reiremos
luego delante de unas buenas cervezas